Mi nombre es Lidia Luna. En Narrativas y otras lunas te ayudo a encontrar las palabras que te nombran, a seguir los hilos de la escritura y la memoria; a conocerte más para cuidarte mejor.
De profesión soy psicóloga; de vocación, escuchadora y contadora de historias, dos cosas que considero imposibles de separar. Una vez alguien dijo de otra psicóloga que “jamás llevaría a nadie a un lugar en el que ella no hubiera estado antes”, algo que siempre tengo presente: acompañar, respetar los procesos de cada persona, conocer en carne propia el efecto de las técnicas antes de aplicarlas.
Desde 2015 estoy enredando en Narrativas y otras lunas. Es un proyecto de autoempleo que surge de mi experiencia profesional y personal, así como del deseo de construir una ocupación coherente con mi forma de entender el mundo.
Creo que como personas poseemos cuatro tesoros: la palabra, la imaginación, la relación con la naturaleza y la relación con otras personas. Habitar el mundo, tejer redes de afecto y cooperación, formularnos preguntas, buscar respuestas, soñar. Contar y contarnos.

Cuando era pequeña andaba siempre con un libro en las manos y la cabeza llena de historias propias o ajenas. Jamás me pregunté qué quería ser de mayor: si acaso, marisabidilla, como aquellos barbudos de la antigua Grecia que conocían el cielo, los eclipses y el origen de casi todo. Después quise ser un montón de cosas, pero estudié psicología y he ejercido mi profesión desde el año 2001.
Aunque se quedaron en el camino los eclipses y algunos cuentos, he aprendido mucho sobre las emociones, sobre cómo funcionamos las personas, sobre mis propios procesos. También he tenido la suerte de conocer gente maravillosa y entusiasta capaz de compartirse y crecer, de poner su granito de arena con el convencimiento de que, como escribió Galeano,
“mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”.
Un día me di cuenta de que, de los diferentes espacios en los que he trabajado, lo que más me gusta, además de leerlas y escucharlas, es contar historias y ayudar a otras personas a contarlas. Empecé a formarme en comunicación para el cambio social, crónica periodística y otras técnicas de narración.
Como psicóloga he utilizado las técnicas del constructivismo, he impartido formación sobre técnicas narrativas a profesionales, y las he usado en el ámbito de la intervención psicosocial grupal e individual.
Como lectora, preguntona y aprendiz de narradora, durante los últimos diez años he participado en talleres de creación literaria —como alumna y, en dos ocasiones, como coordinadora— . He estudiado asignaturas de arte y filosofía y he leído toneladas de libros. He llenado varios cuadernos. He viajado, me he perdido, he tratado de explorar siempre nuevos lugares dentro y fuera de mí. Por suerte, sigo convencida de que no hay respuestas definitivas, ni creencias inmutables, ni verdades absolutas.

Docente en el Diplomado en Antropología del Arte (LATIR) edición 2022 módulo Escritura, cuerpo y narrativas.
I Premio XV Certamen de relato breve Raimundo Alonso: Un metro de palabras. He publicado algunos relatos breves en Cartílagos de tiburón, la antología del taller de Escritura Creativa, y en varios certámenes literarios, así como en textos en diversos blogs desde 2004. Ahora tengo Un faro en la luna y acabo de estrenar Cuaderno de lunas, para cuidar mi escritura más allá de Narrativas y otras lunas.
Autora del libro Escribir en verano: un taller de escritura en 12 propuestas (2019). Autopublicado con la colaboración de María Montes (ilustración) y Sofía Frigerio (maquetación).