La historia del cine: una odisea* (2011) es, en palabras de su autor, “una road movie global para encontrar a los innovadores, las personas y las películas que dan vida a esta sublime e inefable forma de hacer arte que es el cine”. A lo largo de 15 capítulos Mark Cousins, que ha publicado un libro con el mismo tema, hace un recorrido internacional por las películas que, al innovar, influyeron o tuvieron la capacidad de influir en el cine posterior. Hace esta aclaración porque “algunos de los films más interesantes y originales que se han realizado no ejercieron impacto alguno en otros cineastas posteriores debido a que se realizaron en países africanos, contaron con una distribución muy escasa, fracasaron en taquilla, fueron dirigidos por una mujer o bien fueron infravalorados o prohibidos en su momento”. Merece la pena verlo en versión original, su voz es parte de la magia.

*The story of film: an odissey

Le Sang d'un Poète (1930)
Le Sang d’un Poète (1930)

Me gusta mucho el cine y creo que en los últimos 80 años se han rodado películas maravillosas, complejas y sorprendentes. Pero después de ver los primeros capítulos sentí que hablaban de un cine que se ha perdido y que, de alguna forma, nos habría hecho mejores. Mi sensación es que este cine previo a la censura, a la tiranía de la taquilla y a la caza de brujas buscaba la expresión de emociones, temores, fantasías. Materializaba sueños y fantasmas con apenas recursos. Hablaba de las cosas en estado puro. Un cine surrealista que, como L’Atalante (1934), no tiene una trama estructurada sino la pretensión de enseñar “la manera fascinante y libre de censura en que una mujer descubre la vida”.

L’Atalante (1934)

 

L'Atalante (1934)
L’Atalante (1934)

Hasta que llegó Hollywood:

“Para pintar nubes que parecieran nubes reales, para crear personas que parecieran personas reales. Un lugar donde se llevan joyas como si fuera un disfraz. Un lugar que inventó la juventud y el glamour (…). Aquí nadie era sencillo, ni triste, ni viejo, ni igual en materia de raza o distinto en materia sexual. Pura negación, pura eugenesia.“

Mark Cousins habla a menudo de lenguaje poético, y es cierto que estas películas transmiten algo que no consigo atrapar con palabras. Así que he elegido Falling leaves (1912) para tratar de reflejarlo. En él una niña, después de escuchar al doctor que su hermana morirá antes de que caigan las hojas de los árboles, sale al jardín a recogerlas y colocarlas otra vez en las ramas. Lo dirigió Alice Guy-Blaché,  quien creó uno de los primeros estudios cinematógraficos, Solax y dirigió alrededor de setecientos cortometrajes, entre ellos el que se considera el primer film con guión: La fée aux choux (1896). En la historia del cine, como en todas las demás, hay muchas más mujeres de las que conocemos.

 

 

 

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