Hoy empiezo a redactar las conclusiones del taller de creatividad y narrativas Contar con el Col.lectiu Öbertament que tuvo lugar el pasado 17 de abril en Gandía. Aprendí, entre otras cosas, que no importa el idioma que hablemos o lo diferentes que seamos: nos entendemos a través del respeto y la verdadera escucha.
Durante la mañana hablamos de lo importantes que las historias son en nuestras vidas. Tratamos de imaginarnos cómo fue la primera vez que una persona sintió la necesidad de contarle algo a otra, allá por los tiempos de las cavernas. Después reconstruimos la historia del Col.lectiu Öbertament, que nació de un sueño y una esperanza. Creatividad, entusiasmo, apoyo mutuo y, como en todo lo humano, momentos difíciles. Como anticipo de la crónica comparto sus palabras:
“Es la sociedad la que está enferma por no valorar la diversidad
de nuestras capacidades”.
Y las primeras líneas de la agenda creativa que editan cada año, Bogeries saludables (locuras saludables) :
La bogeria és una atrevida forma de reivindicar la utopia. És un hàbit saludable, que malauradament no ens prescriurà cap metge excepte algun professional atípic que se n’ix de la cistella. I és que no és cert, posem per cas, que lámor mateix no és més que una bogeria saludable, meravellosa? No tenim tots alguna bogeria pendent que no vam cometre quan van tindre lóportunitat? És que la freda ráo, l’avinagrada seriositat i la rígida planificació de les nostres vides les fan més felices?
La locura es una forma atrevida de reivindicar la utopía. Es un hábito saludable, que desgraciadamente no nos prescribirá ningún médico salvo algún profesional atípico que se sale de la cesta. ¿Y es que no es cierto, por ejemplo, que el amor mismo no es más que una locura saludable, maravillosa? ¿No tenemos todos alguna locura pendiente que no cometimos cuando tuvimos la oportunidad? ¿Es que la fría razón, la avinagrada seriedad y la rígida planificación de nuestras vidas las hacen más felices?
Próximamente más locuras saludables en sus pantallas.
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