Written by Un taller de escritura es un itinerario formativo experiencial en la que los objetivos de aprendizaje están más centrados en la práctica que en contenido teórico, aunque lo normal es que ambos recursos didácticos estén presentes. En el taller aprendes haciendo con la guía de una persona y, a veces, también con el acompañamiento de un grupo.
Algunos talleres se desarrollan solo mediante encuentros en directo; en otras ocasiones recibes los materiales de forma progresiva y trabajas por tu cuenta, teniendo a tu disposición un espacio de atención individual o grupal para la puesta en común o la consulta de dudas.
¿Para qué sirve participar en un taller de escritura?
- Un taller de escritura o de cualquier otra disciplina artística te ofrece una guía, un itinerario para no perderte y acercarte a tu propósito: llevar un diario, dejar salir en palabras lo que llevas dentro, comunicarte mejor contigo o con otras personas; aprender algo nuevo, definir cuál es el proyecto creativo que quieres traer al mundo, incluso aunque en un primer momento sientas que es solo para ti; contar tu propia historia, saber cómo practicar en tu casa cada día eso que tanto amas.
- Además, el taller te pone en contacto con otras personas que quieren lo mismo que tú: sentirás calidez, impulso, un espacio seguro en el que compartir tus miedos y también todos los tesoros que vayas encontrando en el camino.
- El taller te ayuda a fortalecer tu compromiso de crear; a darle una forma, una estructura; a sostenerlo en lo material y lo emocional a lo largo del tiempo. Eso sí: depende de ti presentarte en los espacios compartidos, ser constante, dar el primer paso para atravesar los abismos de miedo que a veces se presentarán.
- Cuando encuentres el taller adecuado para ti y lo sigues de principio a fin sentirás alegría, plenitud y gratitud por haber transformado en expresión creativa todo aquello que te habita. Además, te llevarás una guía para seguir dedicando tiempo y energía a una práctica artística que es importante y valioso para ti; podrás incorporarla a tu día a día y seguir profundizando por tu cuenta, o buscando nuevos espacios compartidos.
¿Cuáles son los temores u objeciones más habituales que aparecen cuando estás pensando participar en un taller de escritura?
1. Dudas sobre tu propia capacidad o constancia
El motivo por el que la mayor parte de las personas a las que les gustaría apuntarse a un taller de escritura no lo hacen es porque creen que no van a comprometerse con él. Los talleres deberían dedicar las primeras sesiones a fortalecer la práctica y acompañar las dificultades que puedan aparecer; para eso están, también, el soporte del grupo y de la persona que lo facilita. Pero cuando una persona no cree en ella misma, es difícil que pueda sostener el compromiso.
Si este es tu caso, mi recomendación en este caso es que busques algo que sientas que conecta mucho contigo, que avances de forma progresiva (por ejemplo, empezando por un taller más corto) y que a lo largo de todo el proceso plantees todas tus dudas y temores a la persona que guía el taller. Cuando las dudas sobre tu propia capacidad son muy profundas o sientes que afectan a otros ámbitos de tu vida, quizá puedas hacer sesiones de apoyo individuales o grupales centradas en la desvalorización, la exigencia y la crítica que te ayuden a resolver estos temores; a transformarlos en impulso y confianza.
2. Falta de tiempo
La expresión creativa es una necesidad fundamental de todas las personas que nos acompaña desde nuestros orígenes como especie. Durante nuestra infancia solemos dedicarnos a ella desde el disfrute, sin juzgarnos y sin pensar en su utilidad; después, con el paso del tiempo, muchas personas pierden el contacto con la expresión artística o no encuentran nunca el momento de sumergirse en ella; sin embargo, de una forma o de otra nos sigue llamando.
Si sientes el deseo de crear pero te parece que no tienes tiempo, mi recomendación es que te sientes a definir exactamente dónde se va tu tiempo y cuál es el mínimo que necesitarías para empezar; este artículo sobre escritura, autocuidado y orden puede ayudarte.
Muchas personas creen que necesitan horas libres para escribir o crear; sin embargo, cinco minutos son suficientes para empezar e ir avanzando de forma progresiva. En el caso de la escritura, además, puedes usarla para encontrar cada vez más tiempo de calidad para ti: cuanto más tiempo dediques a escucharte y estar contigo, más tiempo y energía tendrás para dedicar a las personas y actividades que de verdad son importantes para ti. Te cuento más aquí.
También puede ayudarte identificar las narrativas dominantes que están detrás de esa creencia: por ejemplo, que solo las actividades productivas son valiosas o que dedicar tiempo a lo que te gusta es egoísta. Pueden ser narrativas que escuchaste en tu familia, o que están muy extendidas culturalmente.
Si quieres empezar haciendo tiempo para escribir y puedes reservarte una hora para ti, este retiro de bolsillo puede ayudarte a dar los primeros pasos.
3. Falta de dinero
Muchas veces la falta de dinero es una dificultad real para acceder a algunas actividades que nos gustan; pero en otras ocasiones, lo que sucede es que nos resulta difícil dedicar nuestros recursos (tiempo, dinero) en algo que nos gusta mucho pero consideramos que no es productivo.
Hay una variedad enorme de talleres presenciales y online y muchos recursos gratuitos como este que te ayudarán a dar los primeros pasos. Cuando busques algo más especializado, puedes hacer un ejercicio de reflexión similar al del tiempo para ver dónde se va tu dinero y cómo puedes conseguir el que necesitas para apuntarte al taller. Además, puedes preguntar por las opciones de pago disponibles hasta que encuentres una sostenible y accesible para ti.
También puedes diseñar un itinerario progresivo. Por ejemplo, en el caso de Narrativas y otras lunas que es el que mejor conozco, algunas personas que quieren ofrecer sus propios talleres de escritura empiezan directamente participando en la formación especializada; pero, en otras ocasiones, se suman primero a un taller y después hacen una inversión más grande; inversión que pueden recuperar cuando aplican los conocimientos a su labor profesional.
4. Autoexigencia
Este temor está muy relacionado con el primer punto: muchas personas temen no hacerlo bien, o se apuntaron a otros talleres pero lo dejaron porque sentían que no estaban a la altura o porque no tenían los recursos para crear una guía, una estructura sólida.
A menudo somos demasiado exigentes con nosotras y nosotros mismos y eso puede llegar a bloquearnos tanto como para sentir que no somos capaces de dar un paso más en dirección hacia nuestro deseo. A veces esto es es algo que puede tratarse en el propio espacio del taller; sobre todo cuando hay un transfondo terapéutico que sostiene la expresión artística. En otras ocasiones, bastará con tenerlo presente y verbalizarlo para recibir apoyo. Otras veces necesitarás un acompañamiento específico que te ayude a deshacer los nudos de la autoexigencia para sentir más ligereza y disfrute; no solo en la creación, sino en todo lo que hagas. Si sientes que este es un obstáculo muy importante para ti:
- Puedes escribirme para que lo tratemos en una o varias sesiones de acompañamiento individual
- Puedes sumarte a un espacio grupal seguro y amable para empezar a relacionarte con la expresión y la creación artística desde otro lugar, como el club Escritura que alumbra o las preciosas propuestas de Arte y ritual.
5. Temor a la exposición pública y la visibilidad
El temor a la exposición pública o a ser el centro de atención también está muy extendido en nuestra cultura y muy atravesado por el género; para mí ha sido todo un camino de vida quitar capas de miedo y condicionamiento para disfrutar la magia de un escenario como narradora oral, o la belleza de sacar lo más profundo de mí y compartirlo con otras personas; de ese proceso nace mi primer audiolibro, Pájaro raíz.
En este apartado te hablo de mí porque no tengo una respuesta rápida o una recomendación concreta; si te apetece que charlemos más sobre esto, escríbeme porque es un tema que he acompañado mucho en mí y en otras personas; quizá pueda ayudarte con un acompañamiento individual o una orientación personalizada que puede ser de mi propio trabajo, o de otras mujeres como Paloma Todd, que ha sido una de mis grandes maestras en este ámbito (y en muchos otros).
Para continuar...
Busca una postura cómoda, un momento tranquilo. Cierra los ojos e imagina que no hay límites; ¿qué te gustaría crear? ¿Una pintura, un libro, una coreografía? Deja que se formen las imágenes en las que ves lo que quieres crear, o te ves haciéndolo. Sin juzgar, sin pensar si es posible; simplemente deja que lleguen.
Cuando lo tengas escribe lo que ves: qué estás haciendo, dónde, cómo. Y lo más importante: cómo te sientes.
Si no se ha formado ninguna imagen, ¡no pasa nada! Lleva la pregunta contigo a la calle, baílala; guárdala debajo de la almohada y espera hasta que se formen las imágenes.*
También puedes llevar estas preguntas a tu cuaderno:
¿Hay algún taller que estés queriendo hacer en este momento? ¿Qué te impulsa? ¿Qué te frena? Si te apetece compartir, te leo en los comentarios.
*Cada semana comparto propuestas como esta en el boletín semanal Palabra de luna; te sumas suscribiéndote a cualquiera de los recursos o directamente aquí.
Para profundizar...
En todos los talleres de Narrativas y otras lunas hay espacios grupales para que puedas compartir conmigo y con otras personas todos los hallazgos y temores que aparezcan mientras caminamos juntas; además, están diseñados teniendo en cuenta las fortalezas y vulnerabilidades más comunes en las personas que sienten el anhelo de la escritura, la creación o la expresión artística. También hay procesos de acompañamiento individual, en los que estoy a tu disposición mientras duren para todo lo que quieras comentar y compartir; en ellos recibirás todo el soporte y la atención que necesites. Echa un vistazo a lo que ofrezco, empieza por aquí o escríbeme cuando quieras para una orientación personalizada.
NOTA: todas las imágenes son de Elena Mozhvilo