¿No escribes porque no tienes tiempo, o no tienes tiempo porque no escribes? Hoy vengo a hablar de escritura y orden. Voy a dar un pequeño rodeo, pero espero que mis reflexiones y las propuestas de escritura te ayuden a tener un poco más de tiempo para lo importante.
Escritura y procesos de cambio
Cuando trabajaba por cuenta ajena, me llamaban mucho la atención los procesos que se usaban para certificar la calidad: cómo sistematizar una tarea para que todos los pasos estén claros y cualquier persona pueda replicarla. Es mucho más fácil manejar lo simple y lo concreto y, además, lo que está en un papel o en un documento no está en tu cabeza que, de esta forma, queda más libre para las labores creativas.
El primer curso que compré cuando empecé a trabajar por mi cuenta fue un método sobre organización de Estudio Avellana; desde entonces, es algo que he seguido probando y mejorando. En febrero hice una formación con Mónica de los Ríos, Tu empresa en equilibrio. Gracias a lo que ella ofrece, a mi lado friqui que se pirra por la revisión y la sistematización y a mi trabajo con los materiales, he conseguido tener una visión general de mi proyecto: qué tengo, qué necesito, dónde me gustaría ir; qué puedo hacer y qué no. Es como si hubiera pasado de llevarlo siempre puesto a tenerlo en carpetas y cuadernos.
Sé que detrás de ese resultado hay, también, un cambio profundo que lleva tiempo desarrollándose. Hay formaciones y acompañamientos muy potentes pero, si no pones tu parte, la magia no sucede. El último año ha sido un desafío en muchos ámbitos de mi vida, pero sobre todo en el laboral: levantar la casa en el aire, revisar los cimientos, limpiarlos, fortalecer los que todavía servían y tirar el resto; un proceso para el que he necesitado mucho autoconocimiento (a veces doloroso) y mucho autocuidado. He sido consciente, más que nunca, de cómo el desarrollo personal y el profesional están estrechamente relacionados.
La formación con Mónica, junto con el diseño del logo y la imagen de marca de Sara (Nanuk) han sido las mejores inversiones que he hecho en Narrativas y otras lunas. Comparto las referencias porque creo en el reconocimiento del trabajo ajeno y porque, sin conocerlas mucho, em ambos casos he sentido que son mujeres con una capacidad de escucha y empatía profunda, que me han ayudado mucho en momentos clave de mi labor profesional. Me ha costado aprenderlo, pero hay lugares a los que no puedes llegar sola. Por mucho camino que lleves recorrido una mirada desde fuera, la experiencia en un campo en el que tú no eres experta, pueden ahorrarte mucho tiempo; y en un proyecto laboral el tiempo, casi siempre, es dinero.

Beneficios de la escritura personal
¿Y qué tiene que ver todo esto con la escritura?
Si llevas tiempo por aquí me habrás leído muchas veces que la escritura nos ayuda a identificar, nombrar y aceptar nuestras emociones y pensamientos; lo que en nuestras cabezas es una maraña informe de ideas que se empujan unas a otras, en el papel es claridad que nos permite afrontar lo que nos sucede y, si fuera necesario, comunicarlo a otras personas. Si algo me preocupa, primero me lo digo a mí; después puedo hacer con ello lo que quiera.
En cualquier método sobre orden, planificación o productividad bien entendida (trabajar menos de forma más eficiente) la escritura es el primer paso, y un recurso fundamental para:
- Volcar en el papel todo lo que nos preocupa de una forma abstracta y nos está impidiendo ocuparnos de lo que de verdad nos importa y nos hace sentir bien, o de tener claridad en los pasos a seguir
- Saber lo que quieres y los pasos que puedes dar para conseguirlo; los que están en tu mano, y los que no; las actividades y personas que te ayudan en el camino, y las que no
- Identificar los temores y los bloqueos
- Conectar con nuestras fortalezas y recordar, en el futuro, que están ahí
- Y muchos más beneficios que puedes leer aquí.

Escritura y orden: propuestas que te ayudarán a dejar espacio para lo importante
La escritura es una herramienta de autoconocimiento y autocuidado económica, sencilla y eficaz; un recurso creativo que nos ayuda a nombrar la experiencia y nos permite compartirla con otras personas, o volver a disfrutarla más adelante como si nos transportara al momento vivido; es una gran aliada de la imaginación y la memoria; nuestro pasaporte para viajar, así, en el tiempo y el espacio.
¿Entonces, por qué muchas veces no escribimos cuando queremos hacerlo? Llevo seis años respondiendo a esta pregunta en Narrativas y otras lunas, así que no voy a ser pesada y a repetirme aquí. Pero sí quería compartir contigo un fragmento de la guía que he creado para que las personas que están en el Refugio puedan tener su propio espacio de encuentro con la creatividad y la práctica de la escritura; de esta forma, nuestro siguiente paso es revisar y ordenar el proceso creativo para poder ocuparnos de él.
Es una propuesta muy simple, pero espero que te ayude a tener un punto de partida; a veces solo necesitamos un empujón para atender aquello que nos está llamando hace tiempo.
Si te metes en faena haz lo posible para que cada uno de los pasos sea algo que disfrutes, no una tarea más. Pero sobre todo, no pierdas de vista el objetivo final. No es hacer más, sino hacer mejor; aligerar. Hacer lo que tiene sentido para ti, lo que te importa y te cuida.
Si te interesa este tema y quieres dedicarle un poco más de tiempo, puedes leer la entrada sobre los cuidados y el autocuidado y escuchar el mini curso gratuito que la complementa.
Creo que la tarea más importante y difícil del proceso es renunciar y priorizar. Estas semanas he leído dos libros que me han ayudado mucho en el impulso final; seguro que ya has oído hablar de ellos, pero por si acaso, son estos:
- Cómo no hacer nada, un libro que descubrí gracias a las cartas que escribe cada mes Clara Timonel.
- Frágiles, de Remedios Zafra.
¡Gracias por leerme! Espero que te sirva. Si te apetece compartir tu experiencia, te leo en los comentarios.

Si quieres profundizar en este tema, puedes venirte al Refugio de la escritura o a Autocuidado cíclico.
Si te gustaría tener ayuda puntual para empezar a trabajar en un proyecto creativo, en las sesiones de acompañamiento individual revisamos juntas todos los pasos y dibujamos una hoja de ruta con acciones claras y sencillas, para que sepas siempre cuáles es el siguiente paso y puedas seguir el hilo de tu creatividad y tus palabras.