¡Hola!
¿Cómo estás?
La semana pasada hablaba de las semillas en el boletín de noticias; estos días he visitado la huerta de dos amigos, y me he manchado las manos de tierra para disfrutar después de unas lechugas riquísimas. El otro día vi un halcón que estaba posado sobre una señal de tráfico. Por las tardes, cuando voy a pasear, me rodean las libélulas; encuentro lagartos en el camino. Me detengo a escuchar el silencio, que sigue pareciéndome un valioso regalo. Escuchar fuera me permite escucharme dentro, y al revés; si puedo pararme a escuchar lo que sucede dentro, aunque a veces no me guste o me desconcierte, puedo apreciar mejor toda la belleza que sucede fuera.
Y ¿sabes qué ha pasado en los ya casi seis años que llevo viviendo en Galicia? Que me conozco bastante bien, y por lo tanto, me quiero bastante más que cuando llegué aquí; me escucho más, me trato con amabilidad; escucho lo que está dentro de mí, y puedo hacerlo palabra; puedo apalabrar lo que soy, lo que siento. Para transformarlo en palabras que llenan mis cuadernos, a las que puedo volver siempre que quiera; para expresarlo en una imagen o un poema.
Conocerme más para cuidarme mejor siempre ha sido un anhelo para mí: poder acompañarme en esta tarea para sentirme más libre, más feliz. También para poder acompañar a otras personas a encontrar y seguir sus propios caminos; a dibujar sus propios mapas.
En todo este tiempo he acompañado a muchas en los talleres y en las sesiones de psicoterapia, como doula literaria. He visto cómo se materializaban sueños, se aligeraban malestares que llevaban años anudados en algún lugar del cuerpo; se abrían ventanas de luz y calma.
También he escuchado a muchas otras decir que les gustaría pero no tienen tiempo. Hay una relación hermosa, casi mágica, entre el tiempo y el autocuidado: siempre lo intuí y ahora lo sé, lo he comprobado gracias a mi propia búsqueda, a los aprendizajes de mi profesión y de las experiencias de las personas que estáis al otro lado; gracias, también, a los saberes que comparte Paloma Todd para que logremos nuestra soberanía creativa y energética. Preciosa labor, difícil tarea. Pero se puede; sean cuales sean tus circunstancias y tus condiciones materiales, siempre hay algo que puedes ir haciendo.
Cuanto más te conoces más te cuidas; sabes lo que necesitas y lo que no, lo que te hace bien y lo que no; las actividades que te nutren y las que te desgastan. Y poco a poco, mediante el compromiso contigo y con la práctica del autocuidado (acompañada de la escritura, el movimiento, otras labores creativas y todo aquello que te ayuda a aumentar la consciencia corporal y la percepción y expresión de tus emociones) vas habitando tu tiempo y tus días de una forma mucho más amable y en sintonía contigo: con lo que eres, lo que sientes y necesitas. Aprendes a poner límites conscientes a tu tiempo y tu energía; estableces unos objetivos o propósitos y encuentras la forma de ir caminando hacia ellos.
Empecé a escribir en el blog de Narrativas y otras lunas a finales de 2014. Siempre que busco ayuda para intentar que este proyecto sea sostenible y estable, alguien me dice que doy más de lo que debería para rentabilizar el proyecto; que comparto demasiados recursos de forma abierta y gratuita. Seguramente sea cierto porque empecé a trabajar por mi cuenta después de 13 años trabajando por cuenta ajena, pero siempre en el ámbito de lo social: movimiento asociativo, ong, recursos públicos de gestión privada. Siempre me ha resultado muy difícil vender mi trabajo, algo imprescindible para poder mantenerlo. Creo que voy aprendiendo a darle el valor que tiene; porque hacer esto es, además, la única forma de sostenerlo. Y ha estado muchas veces al borde del abismo, quienes están cerca o llevan tiempo aquí lo saben. Pero hay algo que desde el principio tuve claro: quería un proyecto accesible para cualquier persona que quisiera empezar a conocerse más y cuidarse mejor mediante la práctica de la escritura. O que tuviera el deseo de transformarse en palabras, echarlas a volar, crear nuevos mundos o alquimizar el suyo navegando el papel en blanco. Por eso el blog, por eso los recursos gratuitos. Que, a la vez, me ayudan a dar a conocer mi trabajo para quienes quieran hacer un trabajo más profundo; comprometerse con su propio autocuidado y autoconocimiento hasta encontrar y recorrer un camino propio, habitando el tiempo y la calma.

Cuando hablo de mis paseos o comparto alguna imagen del lugar en el que vivo, a veces alguien me dice: tienes mucha suerte”. Pero las personas que me conocen saben que lo que hay detrás de este hoy es un ayer lleno de horas y horas de trabajo, incertidumbre, cabezonería y un par de saltos al vacío; una red de afectos que sostiene, y un anhelo inmenso de vivir cerca de la naturaleza que siempre ha formado parte de mí.
Este es mi anhelo y también mi pertenencia; aquello que me da raíz, que me da sentido y me sostiene: que me permite respirar cada día, seguir adelante. ¿Cuál es el tuyo? ¿Cómo lo cuidas? Quizá ahora mismo te parezca lejano; también lo era para mí cuando aún vivía en Madrid y sacaba la cabeza por la ventana para ver la luna en el cielo algunas noches asomarse entre dos edificios. Sin embargo, ya sabes: si tiene corazón, es tu camino. Síguelo; no importa dónde llegues porque disfrutarás el trayecto, descubrirás muchas cosas de ti que no sabías (tus mayores fortalezas y también tus vulnerabilidades) y conocerás gente maravillosa que camina y sueña en la misma dirección que tú. Busca un sueño pequeño; cuídalo, aliméntalo, compártelo. Ve haciendo despacio cosas pequeñas; siempre merece la pena intentarlo.
Mi anhelo hoy es, además, tener un proyecto estable, sostenible; que me permita vivir con dignidad y tranquilidad. Con tiempo libre para estar con otras personas; con autonomía para cuidar mis propias creaciones, la narración oral y la escritura. Así que toca revisar, reducir, mejorar, simplificar.

Si te apetece compartir conmigo una parte del trayecto, éstas son las convocatorias abiertas para escribir en verano. Del 15 de julio al 15 de septiembre cierro las atenciones online, pero mi querida Silvina y yo estaremos al otro lado para cualquier dificultad técnica o duda que tengas. Y a la vuelta nos encontramos en los espacios compartidos para seguir desenredando y tejiendo juntas, o en comunidad.
Escribir en verano: convocatorias abiertas
- Escritura y autocuidado cierra puertas el 12 de julio, como muy tarde; es posible que más adelante vuelva de forma puntual, o es posible que no. Es un programa en el que he puesto mucho cuidado, recursos, saberes; propuestas prácticas y un hilo para que puedas seguirlas y volver a ellas siempre que quieras. Sé que muchas personas lo han disfrutado y lo han vivido así; pero también siento que, como está siempre ahí, se vuelve invisible.
- El refugio de la escritura se mantiene. Sigo sintiendo que es un lugar especial en el que encontrarnos para escribir; como si lo hiciéramos alrededor del fuego después de un paseo en el bosque. Alimentar el hábito y la creatividad, explorar diferentes recursos y géneros literarios; escribir por puro placer, o para terminar un relato o una novela. El refugio como punto de encuentro y de partida para todo lo demás. Puedes sumarte en verano y explorar los recursos disponibles e ir conociendo a la comunidad de escritoras.
- He creado una segunda membresía relacionada con el autocuidado. Es una de estas ideas que llevan tiempo en el horno y de pronto un día encuentran el rayito de luz que termina de darles forma; llega en un par de semanas como mucho, espero que te guste.
- Acompañar con la escritura y las narrativas: puedes matricularte para profundizar durante el verano en los recursos que te ayudarán a acompañar a otras personas en sus procesos creativos y/o de cambio. Si después decides sumarte a la edición tutorizada, tendrás un descuento del 30% y podrás descontar el total de la matrícula que hayas pagado antes; nada que perder. Si tienes dudas, pregúntame.
- El camino del corazón: comenzamos en marzo el que iba a ser un recorrido de 8 meses, pero he decidido ampliarlo hasta cubrir los 18 del ciclo sinódico de Venus completo con el que se sincroniza. Así que dejo la matricula abierta hasta septiembre, por si quieres sumarte y profundizar en los contenidos durante el verano para sumarte al grupo a la vuelta de las vacaciones. Esta propuesta no es un taller de escritura al uso; si tienes dudas por favor, pregúntame.
Si quieres saber más sobre esto de escribir en verano, puedes leer aquí la entrevista que me hizo Silvia Melero para El Asombrario. Es posible que haga un tallercito intensivo sobre este tema antes de las vacaciones; si te interesa por favor, escríbeme.
También puedes consultar en cualquier momento el itinerario con todas las actividades y recursos. Y si tienes cualquier duda, si no encuentras lo que buscas, estoy al otro lado.
¡Muchas gracias por tu tiempo, por leerme! Que tengas una bonita semana.

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