Escrito por Quien mira hacia fuera sueña; quien mira dentro, despierta”
Carl G. Jung
Seguro que has leído muchas veces esta cita de Jung, que suele usarse para invitarnos a mirar en nuestro interior como manantial casi inagotable de todo aquello que buscamos fuera: reconocimiento, amor, respuestas, una guía para tomar decisiones. Y, aunque sea un tópico, siento que todas las respuestas están en nuestro interior; que nos hace bien volver la mirada hacia dentro para conocernos mejor y cuidarnos más.
Soñar, despertar; ambas son necesarias. Miramos dentro para despertar y volcar fuera nuestros mejores sueños; para decidir cuáles queremos cuidar, en integridad y soberanía; para seguir el hilo de nuestro deseo hasta encontrar aquello que verdaderamente sentimos, queremos, necesitamos.
¿Cómo te llevas contigo? ¿Dedicas al menos unos minutos cada día a mirar, sentir o escuchar lo que sucede dentro de ti? Para bien o para mal, tus emociones, deseos y temores siguen ahí aunque no prestes atención a lo que te pasa.Se convierten en impulso para seguir adelante cada día a pesar de las dificultades; encienden una chispa dentro de ti que te alegra el alma con cosas pequeñas pero nutritivas, reparadoras. Ese momento en que te paras frente a la naturaleza, o aquel otro en el que alguien toca tu corazón de forma inesperada.
A veces las emociones se acumulan y se transforman en una bola densa, que te oprime el estómago o la garganta; o quizá sea un malestar difuso al que te has acostumbrado y que, sin embargo, no necesitas llevar contigo cada día. Cuando sucede esto nos llevará más tiempo desenredar la madeja; a veces llegaremos a lugares que nos asustan. Pero merece mucho la pena hacerlo y habitar, cada vez más, ese lugar en el que sentimos que está para nosotras, para nosotras, lo que llamamos buen vivir. Un lugar único, del que solo tú sabes los nombres.
Narrativas y otras lunas cumple 9 años en los que ese mirar dentro ha estado muy presente. Siempre en relación con las redes de afecto que sostenemos y nos sostienen; con la vida, que es urgente cuidar. Aunque sientas que el mundo se derrumbe por fuera, sentirás la necesidad de mirar dentro para atender tus sentimientos al respecto; o para seguir manejando los procesos vitales que te atraviesan. Si es tu mundo el que se derrumba por dentro, te ayudará ir encontrando apoyos exteriores que te devuelvan la ilusión y la alegría; a tu ritmo, enraizando en lo que para ti tenga sentido.
La escritura es un gran recurso para descargar todo lo que hay en tu mente; para conocerte y ordenarte. Sencillo, económico y eficaz, siempre al alcance de tu mano. Pero, si te acercas a ella por primera vez o no tienes una práctica sólida, te perderás si no tienes una guía; mucho más tiempo o energía, se extinguirá.
En Narrativas y otras lunas te ofrezco dos espacios cuidados con la experiencia de 25 años acompañándome y acompañando a otras personas. En ambos encontrarás un itinerario para conocerte mejor y cuidarte más; para explorarte en profundidad pero con ligereza y la magia de la creatividad:
Escritura, meditación y otros saberes que se entrelazan para que puedas recorrer diferentes esferas de tu experiencia diaria (Autocuidado cíclico) o hacer una revisión de todo aquello que te ha traído hasta aquí pero que ya no quieres seguir llevando contigo (El camino del corazón).
Dos espacios en los que contarás con el acompañamiento de una preciosa comunidad de mujeres valientes que también los están recorriendo. ¿Cuál elegir? Puedes mirar la descripción de cada uno de ellos para ver qué que te llama más. Si tu lugar está en El camino del corazón lo sabrás, como lo supe yo cuando escuché la invitación; como lo saben las personas que ya están dando los primeros pasos. La matrícula cierra el 16 de octubre y no sé si habrá una nueva oportunidad para sumarse en 2025; así que si te apetece, te veo dentro.
Otros dos talleres que pueden interesarte: Escritura y autocuidado, Contar tu propia historia. También disponible para acompañamiento individual; si quieres saber más, escríbeme.